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José ‘Pichi’ Urga: “Mirando atrás, ni locos pensábamos lo que es hoy Atiadim”

El 28 de septiembre de 1981, se establecieron las firmes y duraderas bases fundacionales, de ATIADIM, una benemérita institución de bien público, que a través de varias décadas de trayectoria, ha desarrollado una infatigable y significativa labor, en pro de las personas con capacidad diferente. La citada entidad, inauguró su Centro de Día, en el mes de mayo de 2000. Fue a partir de la creación de la primera comisión directiva de Atiadim, que nació a la vida de Chivilcoy.

“Gracias a Dios que hemos llegado”, exclamó José ‘Pichi’ Urga, y rememoró acerca del origen de la institución: “Había un grupo de la acción católica en el que estaba el Padre López en ese momento como asesor de los jóvenes de la Parroquia San Pedro. Propusieron hacer un panel sobre la discapacidad, nunca se había hablado de ello, en ese momento Marta tenía tres años y no me acuerdo que se haya hablado de la discapacidad”.

“Los jóvenes propusieron hacer el panel en la Biblioteca Popular, trayendo profesionales, un instructor de Mercedes, estaba Juan Manuel Iglesias y nos dijeron a mi señora y a mí como padres de una persona con discapacidad. La verdad que la parte de arriba de la Biblioteca Popular estaba completa”, agregó.

Seguidamente, señaló: “Después de esa reunión, surgió la idea de entre padres y un grupo de la comunidad que no tenían ningún familiar, empezar a trabajar para crear un Taller Protegido porque acá no había nada sobre la discapacidad”.

“Así, un 28 de septiembre se forma la primera comisión directiva, provisoria por un año, Daniel Cosimano fue el Presidente más todos los demás que integramos la comisión. Luego, fueron ayudando gente que los integrantes de la comisión conocían, ayudando en distintas cosas que había que hacer, para empezar a levantar el Taller”, recordó también Urga.

“El Taller comenzó a construirse el 30 de noviembre de 1981, en un primer momento nos quisieron prestar una casa pero con buen criterio un integrante de la comisión dijo ‘en Chivilcoy nunca hubo un Taller Protegido, si nos vamos a una casa olvidémonos de hacer algo porque nos vamos a quedar ahí”, comentó, y añadió: “Entonces, dijimos vamos a esperar, empezamos a trabajar y así comenzó a levantarse lo que hoy es el Taller Protegido. El terreno fue donado por una empresa, conseguimos diez personas que nos prestaron 100 pesos cada una para comprar el terreno de al lado, por eso tiene 20 metros de frente”.

“Las puertas del Taller se abrieron un 26 de julio de 1985, con 13 operarios. Previo a comenzar su funcionamiento, gente de la comisión directiva salió a recorrer para ver dónde había chicos con discapacidad, de 18 años para que no chocáramos con la Escuela Especial”, manifestó el dirigente.

E indicó: “En ese momento, mucha gente no quería que el hijo venga a trabajar así que, empezamos con 13 operarios. Un día domingo, se inauguró el que es hoy el Taller Protegido. Todavía no estaba terminado, faltaba finalizar el salón grande”.

“El Hogar, se empezó a construir a principios de 1999, el dinero provenía de la nación por la Ley del cheque. Se había conseguido un subsidio que iban entregando a medida que se iba levantando y el 1| de mayo del 2000 se inauguró con seis residentes. Mirando atrás, ni locos pensábamos lo que es hoy Atiadim, mi señora que me acompaño mucho, que fue mi bastión y tanta gente que fue pasando”, consignó Urga.

Además, mencionó: “En la actualidad, son casi 135 personas, personas con mayúsculas entre el Hogar, Centro de Día, Carpintería y Taller; los cuatro servicios que hoy está prestando la institución, con casi 85 empleados”.

“No pensábamos que se podía hacer tan grande, con toda la edificación que hay en ambos lados, con una estructura que es muy linda. Realmente, está bien visto, las obras sociales, la comunidad y la gente de afuera que conoce la institución dicen que somos un modelo, eso nos alegra mucho”, resaltó.

Acto seguido, esgrimió: “Todo esto tuvo dos cosas fundamentales para levantarlo, la comunidad, que siempre nos acompañó, desde que comenzamos a construir el Taller que cuando venían los albañiles a la mañana se encontraban con bolsas de cal, bolsas de cemento que la gente dejaba. Y la otra, es la mano grande que siempre nos brindó Dios, para mí como católico que más de una vez nos vimos mal y siempre estuvo la mano de Dios ayudándonos para solucionar los problemas”.

“También, a nivel municipal, con todos los Intendentes hemos tenido buena relación porque Atiadim es apolítico, nos presentamos para ponernos a su disposición y siempre nos han comprado los productos y hemos recibido subsidios”, valoró, y destacó: “Además, como para el Hogar, hemos recibido subsidios a nivel nacional, cuando estaba Luis Bontempo, Florencio Randazzo, como también de la provincia. Subsidios para terminar parte del Hogar, la pileta y ampliación del Taller”.

“En los comienzos, el Taller se construyó prácticamente con todo de la comunidad. Te diría que el 95 por ciento se levantó con la comunidad de Chivilcoy, que nos fue dando una mano a través de rifas, socios, donaciones. Así también se compró el predio donde está el Hogar”, sostuvo, y esbozó: “Hay cosas que a veces uno ha tenido que pasar que no son tan lindas pero son tan lindas las buenas que te hacen olvidar las feas”.

“En la actualidad, lo único que está funcionando es el Hogar, la parte de residentes. Centro de Día no funciona pero están trabajando a través de cuadernos. Por disposición de las obras sociales, no quieren que Centro de Día se movilice”, explicó, y espetó: “El Taller, está funcionando con los instructores y el personal pero los operarios no están trabajando. Se está entregando mercadería, para algún gasto de los que tenemos que nos ayuda”.

“Quiero por otro lado, agradecerles porque siempre han estado, comunicando nuestras actividades y haciendo que la comunidad se entere de lo que hacemos. Hay cosas que no se valoran con dinero sino con el corazón”, finalizó Urga.

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